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miércoles, 20 de marzo de 2013

A continuación una pequeña historia infantil que use para un concurso hace poco, sería algo para contar a los niños, para que reflexionen acerca de las personas mayores. La historia de una viejita cualquiera...Muy a la mexicana.


Tour por el Paraíso.
Las mañanas de sábado huelen a tamalitos de Doña Esperanza. Ansiosos y hambrientos sus clientes esperan su pedido a cargo de Panchito el pequeño nieto de Doña Esperanza, que llega fugaz a su destino con su fiel bicicleta azul.
Doña Esperanza es una ancianita casi como cualquier otra, dulce, tranquila , trabajadora…Esta pobre mujer, sólo ha tratado de complacer a los demás, desde niña siempre tuvo que ayudar en casa, se casó a los 16 con un hombre 12 años mayor, maravilloso a su vista, que murió por el tabaco, la doñita desconsolada , con 4 hijos y sin nadie más empezó a trabajar. Hoy sus hermosos cabellos castaños se han teñido de plata, su suave piel se ha ido haciendo  como una pasita, su movilidad es más o menos limitada, madre de 4 hijos, 3 ya han volado del nido y nunca visitan a mamá Esperanza. A su lado sólo queda Catalina de 25 madre soltera de Panchito de 12 y Cecilia de  escasos 3 años, viven todos en una pequeña casita junto a una huerta de duraznos. La doñita me pidió que no les revelará su edad amigos míos, dejémosle 58 aunque tiene muchos más.
La aventura de Esperanza empezó una linda mañana de Marzo, la luna se había ocultado para vestirse de sol, las aves revoloteaban, el cielo estaba lleno de promesas, la doñita decidió salir a hacer sus compras , caminaba con decisión y seguridad.
Llegando al supermercado llevó lo de siempre, saliendo había una adivina que le dijo:
-El tiempo se te agota.
Esperanza miró con asombro su reloj y dijo:
-Es cierto ya tengo que regresar a mi casa, mi hija ha de estar con hambre, pobrecita.-La adivina la miró confundida y trato de explicar:
-P…Per…o
-Adiós, le dejo unos centavitos pa’ un refresco.
Al llegar a casa como era de costumbre su hija la insultó por su falta de rapidez.
-¡Mamá! ¿Crees que tengo tu tiempo? Ósea, todavía que te cuido…No agradeces! ¡Enserio que no sirves para nada! ¡Eres un estorbo!
-Pero hija, tenía que traer tortillas para comer…
-Pero nada! Dame eso, voy a hacer comida, ya que ALGUIEN no sirve más que para dar molestias.
Esperanza fue directo a su recamará sin percatarse que ahí estaba Panchito y rompió en lágrimas. Panchito al verla tan consternada trato de buscar su rostro entre sus cabellos y la miro a los ojos diciendo:
-¿Qué pasa abuelita?
-Nada mijo, sólo, es difícil.
Panchito le dio un beso en la frente a su abuelita y se fue a jugar futbol con sus amigos.
La doñita se recostó en su cama con sabanas color carmesí y miró al techo, después de unos cuantos minutos cayó en un profundo sueño.
Se despertó debajo de un árbol, miro a su rededor y vio que había algo similar a un bosque, pero los arboles eran de colores alegres y muy vivos, había personas caminando y otras bailando, otras reían sin parar, rodeada por pequeñas casitas de todos colores y olores, cada una iba con la personalidad de su dueño, rosas y olor a fresa para aquellas personas que sólo se dedican a derramar amor, pero todos estaban felices, nadie estaba triste, todo era tan perfecto. Pensó Esperanza, poso sus manos en su frente ya que estaba confundida, y vio claramente que su piel estaba tersa y suave como cuando tenía tan sólo 17 años. Sus cabellos miel volvieron y tenía una capacidad de moverse increíble, al verse con tono de alegría dijo:
-Esto debe ser un sueño…-En eso una voz masculina la interrumpió:
-No lo es, es real Esperanza.-Esperanza reconoció la voz y en un santiamén volteo y vio que era su difunto esposo, pero no lucía como ella lo recordaba en sus últimos meses de vida, en sus quimioterapias antes de volar hacia un mejor lugar, no, en esta ocasión lucía más bien como galán de telenovela, joven y apuesto. Llevaba puesta una armadura de caballero, dorada como de oro y con algunas incrustaciones de diamantes, el momento era simplemente perfecto, Esperanza se lanzó entre sus brazos y sin palabras simplemente le dio un beso.Al terminar esta escena de amor su esposo cuyo nombre es o fue Manuel le miro a los ojos y dijo:
-¡No perdamos más tiempo mujer, vayamos a divertirnos!
-¿Pero…A dónde? ¿Por qué estoy aquí?
-¡Tu sígueme mujer! Siempre tan terca… ¿Verdad?
Manuel se dirigió con decisión a un auto flotante que estaba estacionado detrás de unos arbustos e hizo señas a Esperanza para que subiera a bordo. Encendió el motor y Esperanza sorprendida empezó a hablar:
-¿Qué no habías muerto? ¿Cómo llegué aquí?
-Mujer…¡Hablas mucho y disfrutas poco! No morí…¿Qué no me ves? Los ojos nunca engañan, llegaste aquí porque estás soñando, pero no es cualquier sueño, ¡Todo tu lo que ves a tu rededor es real! Es otro mundo, nadie sufre acá, todo es gratis, nadie necesita comer, ni dormir solo imaginar. Tú puedes imaginar que estás en el mar y ¡Bam! Inmediatamente te rediriges ahí. ¡Vamos I-M-A-G-I-N-A!
En el preciso momento ella imagino lo que Manuel le había dicho y en un solo parpadear estaban ahí. Debajo del mar, dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron pues todo era tan azul…y alegre, las sirenas nadaban mientras que los tritones las cortejaban, peces y otras creaturas marítimas bailaban al ritmo de la música que los piratas producían con sus rústicos instrumentos. De entre la multitud  nado una sirena hacía ellos y con una voz de ensueño dijo:
-Genial, necesitábamos una sirena más ¿Juegas con nosotras a las carreras?-La doña vio y respondió:
-Disculpe, yo no soy sirena…-Mágicamente se transformó en una, no me pregunten porque ni como solo…Paso.
Todos se formaron en la línea de salida y al disparo de un caballito de mar…Todos nadaron, Esperanza nado como nunca había nadado y para la sorpresa de muchos gano la carrera, le otorgaron una linda corona hecha por un grupo de delfines artesanos (Artesanías ‘’Fondo de bikini’’) Se la coloco en la cabeza, era el centro de atención, pero…Esta sólo fue una de sus muchas aventuras ese preciso día, ¿Les platiqué aquella cuando se enfrentaron con bandidos del oeste? ¿O cuando tuvieron que salvar la flor de loto mágica? En fin…Tuvieron un sinfín de aventuras, lo curioso es que era como si no pasara el tiempo, ese mundo (o como quiera que se llame) era perfecto, era tarde y el sol estaba a punto de marcharse de su turno para abrir paso a la majestuosa luna, Esperanza y Manuel estaban sentados frente al mar viendo la puesta de sol en eso un sujeto obeso y bigotón arribó de un unicornio verde y de tanto cansancio tomo un poco de aire, no se hizo perder el tiempo y se dirigió a los enamorados diciendo:
-¡Solicitamos su ayuda! ¡Han secuestrado a Sir. Rosadito!  Nos han contado lo extrovertidos que suelen ser y vine a pedirles ayuda…Está atrapado en la tierra, ese infierno! Oh dios! Tienen que ayudarme.
-Con gusto-Dijo firme Manuel.
-No hay problema- Dijo Esperanza.
Sin demora fueron en busca de Sir. Rosadito, el gobernante del área Alegría.
En una golondrina fueron volando hasta la tierra, todo se veía normal: Personas encerradas en sus pequeños aparatos, perros vagando por las calles en busca de algo para comer…Niños atrapados en las pantallas de un juego ficticio, nadie disfrutaba de el gran tesoro que tienen: Naturaleza. Todo N-O-R-M-A-L. Nadie los veía, pues es como si fueran invisibles, y se burlaban de la raza humana y su estupidez y ciegues.
Por suerte Sir. Rosadito estaba sólo atrapado en un bote de basura cerca de una pizzería, enseguida lo sacaron y lo llevaron al trono del reino Alegría.El les agradeció y empezó a hablar un poco:
-Es impresionante lo que he visto aquí amigos! Es horrible! Las ‘’personas’’ Parecen zombies, van caminando con pereza y no prestan atención a su rededor ¿Pero que no ven el regalo que el amo les dio? Jajaja Mejor váyanse se perderán la cena, y tomen esta bolsa de diversión y alegría, úsenla cuando quieran.
Esperanza y Manuel regresaron y Manuel dijo:
-Bueno es hora de que te despidas
-¿De ti? No me quiero ir! Te quiero tanto, estos años han sido un verdadero infierno.
-No, de los de la tierra, vendrás aquí y viviremos aquí por toda la eternidad, felices y juntos.
En ese preciso momento Esperanza abrió los ojos y se dio cuenta de que sólo fue un sueño, pero pareciera que estuvo años dentro de el. Comprendió que para ir a la felicidad con Manuel tenía que dejar el infierno de la tierra, tomo lápiz y papel y su mano empezó a escribir sin parar, cartas de despedida para todos sus hijos, ella sabía ya que se tenía que ir, al terminar se sintió aliviada. Panchito entro a la habitación y ella le dijo:- Me voy hijo mío, seré feliz como siempre lo he querido con toda mi alma, te quiero, toma dale estas cartas a tu madre y déjame  sola-Le dio un beso en la frente y el niño se marchó. Entonces Esperanza se recostó en su cama y cerró los ojos para no volver a abrirlos nunca más, su

 hija fue a la habitación pero fue demasiado tarde, se fue volando a la gloria eterna en una…Golondrina. Esperanza no sufrió más, solo, estaba feliz para toda la eternidad.Tour por el Paraíso.
Las mañanas de sábado huelen a tamalitos de Doña Esperanza. Ansiosos y hambrientos sus clientes esperan su pedido a cargo de Panchito el pequeño nieto de Doña Esperanza, que llega fugaz a su destino con su fiel bicicleta azul.
Doña Esperanza es una ancianita casi como cualquier otra, dulce, tranquila , trabajadora…Esta pobre mujer, sólo ha tratado de complacer a los demás, desde niña siempre tuvo que ayudar en casa, se casó a los 16 con un hombre 12 años mayor, maravilloso a su vista, que murió por el tabaco, la doñita desconsolada , con 4 hijos y sin nadie más empezó a trabajar. Hoy sus hermosos cabellos castaños se han teñido de plata, su suave piel se ha ido haciendo  como una pasita, su movilidad es más o menos limitada, madre de 4 hijos, 3 ya han volado del nido y nunca visitan a mamá Esperanza. A su lado sólo queda Catalina de 25 madre soltera de Panchito de 12 y Cecilia de  escasos 3 años, viven todos en una pequeña casita junto a una huerta de duraznos. La doñita me pidió que no les revelará su edad amigos míos, dejémosle 58 aunque tiene muchos más.
La aventura de Esperanza empezó una linda mañana de Marzo, la luna se había ocultado para vestirse de sol, las aves revoloteaban, el cielo estaba lleno de promesas, la doñita decidió salir a hacer sus compras , caminaba con decisión y seguridad.
Llegando al supermercado llevó lo de siempre, saliendo había una adivina que le dijo:
-El tiempo se te agota.
Esperanza miró con asombro su reloj y dijo:
-Es cierto ya tengo que regresar a mi casa, mi hija ha de estar con hambre, pobrecita.-La adivina la miró confundida y trato de explicar:
-P…Per…o
-Adiós, le dejo unos centavitos pa’ un refresco.
Al llegar a casa como era de costumbre su hija la insultó por su falta de rapidez.
-¡Mamá! ¿Crees que tengo tu tiempo? Ósea, todavía que te cuido…No agradeces! ¡Enserio que no sirves para nada! ¡Eres un estorbo!
-Pero hija, tenía que traer tortillas para comer…
-Pero nada! Dame eso, voy a hacer comida, ya que ALGUIEN no sirve más que para dar molestias.
Esperanza fue directo a su recamará sin percatarse que ahí estaba Panchito y rompió en lágrimas. Panchito al verla tan consternada trato de buscar su rostro entre sus cabellos y la miro a los ojos diciendo:
-¿Qué pasa abuelita?
-Nada mijo, sólo, es difícil.
Panchito le dio un beso en la frente a su abuelita y se fue a jugar futbol con sus amigos.
La doñita se recostó en su cama con sabanas color carmesí y miró al techo, después de unos cuantos minutos cayó en un profundo sueño.
Se despertó debajo de un árbol, miro a su rededor y vio que había algo similar a un bosque, pero los arboles eran de colores alegres y muy vivos, había personas caminando y otras bailando, otras reían sin parar, rodeada por pequeñas casitas de todos colores y olores, cada una iba con la personalidad de su dueño, rosas y olor a fresa para aquellas personas que sólo se dedican a derramar amor, pero todos estaban felices, nadie estaba triste, todo era tan perfecto. Pensó Esperanza, poso sus manos en su frente ya que estaba confundida, y vio claramente que su piel estaba tersa y suave como cuando tenía tan sólo 17 años. Sus cabellos miel volvieron y tenía una capacidad de moverse increíble, al verse con tono de alegría dijo:
-Esto debe ser un sueño…-En eso una voz masculina la interrumpió:
-No lo es, es real Esperanza.-Esperanza reconoció la voz y en un santiamén volteo y vio que era su difunto esposo, pero no lucía como ella lo recordaba en sus últimos meses de vida, en sus quimioterapias antes de volar hacia un mejor lugar, no, en esta ocasión lucía más bien como galán de telenovela, joven y apuesto. Llevaba puesta una armadura de caballero, dorada como de oro y con algunas incrustaciones de diamantes, el momento era simplemente perfecto, Esperanza se lanzó entre sus brazos y sin palabras simplemente le dio un beso.Al terminar esta escena de amor su esposo cuyo nombre es o fue Manuel le miro a los ojos y dijo:
-¡No perdamos más tiempo mujer, vayamos a divertirnos!
-¿Pero…A dónde? ¿Por qué estoy aquí?
-¡Tu sígueme mujer! Siempre tan terca… ¿Verdad?
Manuel se dirigió con decisión a un auto flotante que estaba estacionado detrás de unos arbustos e hizo señas a Esperanza para que subiera a bordo. Encendió el motor y Esperanza sorprendida empezó a hablar:
-¿Qué no habías muerto? ¿Cómo llegué aquí?
-Mujer…¡Hablas mucho y disfrutas poco! No morí…¿Qué no me ves? Los ojos nunca engañan, llegaste aquí porque estás soñando, pero no es cualquier sueño, ¡Todo tu lo que ves a tu rededor es real! Es otro mundo, nadie sufre acá, todo es gratis, nadie necesita comer, ni dormir solo imaginar. Tú puedes imaginar que estás en el mar y ¡Bam! Inmediatamente te rediriges ahí. ¡Vamos I-M-A-G-I-N-A!
En el preciso momento ella imagino lo que Manuel le había dicho y en un solo parpadear estaban ahí. Debajo del mar, dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron pues todo era tan azul…y alegre, las sirenas nadaban mientras que los tritones las cortejaban, peces y otras creaturas marítimas bailaban al ritmo de la música que los piratas producían con sus rústicos instrumentos. De entre la multitud  nado una sirena hacía ellos y con una voz de ensueño dijo:
-Genial, necesitábamos una sirena más ¿Juegas con nosotras a las carreras?-La doña vio y respondió:
-Disculpe, yo no soy sirena…-Mágicamente se transformó en una, no me pregunten porque ni como solo…Paso.
Todos se formaron en la línea de salida y al disparo de un caballito de mar…Todos nadaron, Esperanza nado como nunca había nadado y para la sorpresa de muchos gano la carrera, le otorgaron una linda corona hecha por un grupo de delfines artesanos (Artesanías ‘’Fondo de bikini’’) Se la coloco en la cabeza, era el centro de atención, pero…Esta sólo fue una de sus muchas aventuras ese preciso día, ¿Les platiqué aquella cuando se enfrentaron con bandidos del oeste? ¿O cuando tuvieron que salvar la flor de loto mágica? En fin…Tuvieron un sinfín de aventuras, lo curioso es que era como si no pasara el tiempo, ese mundo (o como quiera que se llame) era perfecto, era tarde y el sol estaba a punto de marcharse de su turno para abrir paso a la majestuosa luna, Esperanza y Manuel estaban sentados frente al mar viendo la puesta de sol en eso un sujeto obeso y bigotón arribó de un unicornio verde y de tanto cansancio tomo un poco de aire, no se hizo perder el tiempo y se dirigió a los enamorados diciendo:
-¡Solicitamos su ayuda! ¡Han secuestrado a Sir. Rosadito!  Nos han contado lo extrovertidos que suelen ser y vine a pedirles ayuda…Está atrapado en la tierra, ese infierno! Oh dios! Tienen que ayudarme.
-Con gusto-Dijo firme Manuel.
-No hay problema- Dijo Esperanza.
Sin demora fueron en busca de Sir. Rosadito, el gobernante del área Alegría.
En una golondrina fueron volando hasta la tierra, todo se veía normal: Personas encerradas en sus pequeños aparatos, perros vagando por las calles en busca de algo para comer…Niños atrapados en las pantallas de un juego ficticio, nadie disfrutaba de el gran tesoro que tienen: Naturaleza. Todo N-O-R-M-A-L. Nadie los veía, pues es como si fueran invisibles, y se burlaban de la raza humana y su estupidez y ciegues.
Por suerte Sir. Rosadito estaba sólo atrapado en un bote de basura cerca de una pizzería, enseguida lo sacaron y lo llevaron al trono del reino Alegría.El les agradeció y empezó a hablar un poco:
-Es impresionante lo que he visto aquí amigos! Es horrible! Las ‘’personas’’ Parecen zombies, van caminando con pereza y no prestan atención a su rededor ¿Pero que no ven el regalo que el amo les dio? Jajaja Mejor váyanse se perderán la cena, y tomen esta bolsa de diversión y alegría, úsenla cuando quieran.
Esperanza y Manuel regresaron y Manuel dijo:
-Bueno es hora de que te despidas
-¿De ti? No me quiero ir! Te quiero tanto, estos años han sido un verdadero infierno.
-No, de los de la tierra, vendrás aquí y viviremos aquí por toda la eternidad, felices y juntos.
En ese preciso momento Esperanza abrió los ojos y se dio cuenta de que sólo fue un sueño, pero pareciera que estuvo años dentro de el. Comprendió que para ir a la felicidad con Manuel tenía que dejar el infierno de la tierra, tomo lápiz y papel y su mano empezó a escribir sin parar, cartas de despedida para todos sus hijos, ella sabía ya que se tenía que ir, al terminar se sintió aliviada. Panchito entro a la habitación y ella le dijo:- Me voy hijo mío, seré feliz como siempre lo he querido con toda mi alma, te quiero, toma dale estas cartas a tu madre y déjame  sola-Le dio un beso en la frente y el niño se marchó. Entonces Esperanza se recostó en su cama y cerró los ojos para no volver a abrirlos nunca más, su

 hija fue a la habitación pero fue demasiado tarde, se fue volando a la gloria eterna en una…Golondrina. Esperanza no sufrió más, solo, estaba feliz para toda la eternidad.

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