Tour
por el Paraíso.
Las mañanas de sábado huelen
a tamalitos de Doña Esperanza. Ansiosos y hambrientos sus clientes esperan su
pedido a cargo de Panchito el pequeño nieto de Doña Esperanza, que llega fugaz
a su destino con su fiel bicicleta azul.
Doña Esperanza es una
ancianita casi como cualquier otra, dulce, tranquila , trabajadora…Esta pobre
mujer, sólo ha tratado de complacer a los demás, desde niña siempre tuvo que
ayudar en casa, se casó a los 16 con un hombre 12 años mayor, maravilloso a su
vista, que murió por el tabaco, la doñita desconsolada , con 4 hijos y sin
nadie más empezó a trabajar. Hoy sus hermosos cabellos castaños se han teñido
de plata, su suave piel se ha ido haciendo como una pasita, su movilidad es más o menos
limitada, madre de 4 hijos, 3 ya han volado del nido y nunca visitan a mamá
Esperanza. A su lado sólo queda Catalina de 25 madre soltera de Panchito de 12
y Cecilia de escasos 3 años, viven todos
en una pequeña casita junto a una huerta de duraznos. La doñita me pidió que no
les revelará su edad amigos míos, dejémosle 58 aunque tiene muchos más.
La aventura de Esperanza
empezó una linda mañana de Marzo, la luna se había ocultado para vestirse de
sol, las aves revoloteaban, el cielo estaba lleno de promesas, la doñita decidió
salir a hacer sus compras , caminaba con decisión y seguridad.
Llegando al supermercado
llevó lo de siempre, saliendo había una adivina que le dijo:
-El tiempo se te agota.
Esperanza miró con asombro
su reloj y dijo:
-Es cierto ya tengo que
regresar a mi casa, mi hija ha de estar con hambre, pobrecita.-La adivina la
miró confundida y trato de explicar:
-P…Per…o
-Adiós, le dejo unos
centavitos pa’ un refresco.
Al llegar a casa como era de
costumbre su hija la insultó por su falta de rapidez.
-¡Mamá! ¿Crees que tengo tu
tiempo? Ósea, todavía que te cuido…No agradeces! ¡Enserio que no sirves para
nada! ¡Eres un estorbo!
-Pero hija, tenía que traer
tortillas para comer…
-Pero nada! Dame eso, voy a
hacer comida, ya que ALGUIEN no sirve más que para dar molestias.
Esperanza fue directo a su
recamará sin percatarse que ahí estaba Panchito y rompió en lágrimas. Panchito
al verla tan consternada trato de buscar su rostro entre sus cabellos y la miro
a los ojos diciendo:
-¿Qué pasa abuelita?
-Nada mijo, sólo, es
difícil.
Panchito le dio un beso en
la frente a su abuelita y se fue a jugar futbol con sus amigos.
La doñita se recostó en su
cama con sabanas color carmesí y miró al techo, después de unos cuantos minutos
cayó en un profundo sueño.
Se despertó debajo de un
árbol, miro a su rededor y vio que había algo similar a un bosque, pero los
arboles eran de colores alegres y muy vivos, había personas caminando y otras
bailando, otras reían sin parar, rodeada por pequeñas casitas de todos colores
y olores, cada una iba con la personalidad de su dueño, rosas y olor a fresa
para aquellas personas que sólo se dedican a derramar amor, pero todos estaban
felices, nadie estaba triste, todo era tan perfecto. Pensó Esperanza, poso sus
manos en su frente ya que estaba confundida, y vio claramente que su piel
estaba tersa y suave como cuando tenía tan sólo 17 años. Sus cabellos miel
volvieron y tenía una capacidad de moverse increíble, al verse con tono de
alegría dijo:
-Esto debe ser un sueño…-En
eso una voz masculina la interrumpió:
-No lo es, es real Esperanza.-Esperanza
reconoció la voz y en un santiamén volteo y vio que era su difunto esposo, pero
no lucía como ella lo recordaba en sus últimos meses de vida, en sus
quimioterapias antes de volar hacia un mejor lugar, no, en esta ocasión lucía
más bien como galán de telenovela, joven y apuesto. Llevaba puesta una armadura
de caballero, dorada como de oro y con algunas incrustaciones de diamantes, el
momento era simplemente perfecto, Esperanza se lanzó entre sus brazos y sin
palabras simplemente le dio un beso.Al terminar esta escena de amor su esposo
cuyo nombre es o fue Manuel le miro a los ojos y dijo:
-¡No perdamos más tiempo
mujer, vayamos a divertirnos!
-¿Pero…A dónde? ¿Por qué
estoy aquí?
-¡Tu sígueme mujer! Siempre
tan terca… ¿Verdad?
Manuel se dirigió con
decisión a un auto flotante que estaba estacionado detrás de unos arbustos e
hizo señas a Esperanza para que subiera a bordo. Encendió el motor y Esperanza
sorprendida empezó a hablar:
-¿Qué no habías muerto?
¿Cómo llegué aquí?
-Mujer…¡Hablas mucho y
disfrutas poco! No morí…¿Qué no me ves? Los ojos nunca engañan, llegaste aquí
porque estás soñando, pero no es cualquier sueño, ¡Todo tu lo que ves a tu
rededor es real! Es otro mundo, nadie sufre acá, todo es gratis, nadie necesita
comer, ni dormir solo imaginar. Tú puedes imaginar que estás en el mar y ¡Bam!
Inmediatamente te rediriges ahí. ¡Vamos I-M-A-G-I-N-A!
En el preciso momento ella
imagino lo que Manuel le había dicho y en un solo parpadear estaban ahí. Debajo
del mar, dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron pues
todo era tan azul…y alegre, las sirenas nadaban mientras que los tritones las cortejaban,
peces y otras creaturas marítimas bailaban al ritmo de la música que los
piratas producían con sus rústicos instrumentos. De entre la multitud nado una sirena hacía ellos y con una voz de
ensueño dijo:
-Genial, necesitábamos una
sirena más ¿Juegas con nosotras a las carreras?-La doña vio y respondió:
-Disculpe, yo no soy
sirena…-Mágicamente se transformó en una, no me pregunten porque ni como
solo…Paso.
Todos se formaron en la
línea de salida y al disparo de un caballito de mar…Todos nadaron, Esperanza
nado como nunca había nadado y para la sorpresa de muchos gano la carrera, le
otorgaron una linda corona hecha por un grupo de delfines artesanos (Artesanías
‘’Fondo de bikini’’) Se la coloco en la cabeza, era el centro de atención,
pero…Esta sólo fue una de sus muchas aventuras ese preciso día, ¿Les platiqué
aquella cuando se enfrentaron con bandidos del oeste? ¿O cuando tuvieron que
salvar la flor de loto mágica? En fin…Tuvieron un sinfín de aventuras, lo curioso
es que era como si no pasara el tiempo, ese mundo (o como quiera que se llame)
era perfecto, era tarde y el sol estaba a punto de marcharse de su turno para
abrir paso a la majestuosa luna, Esperanza y Manuel estaban sentados frente al
mar viendo la puesta de sol en eso un sujeto obeso y bigotón arribó de un
unicornio verde y de tanto cansancio tomo un poco de aire, no se hizo perder el
tiempo y se dirigió a los enamorados diciendo:
-¡Solicitamos su ayuda! ¡Han
secuestrado a Sir. Rosadito! Nos han contado
lo extrovertidos que suelen ser y vine a pedirles ayuda…Está atrapado en la
tierra, ese infierno! Oh dios! Tienen que ayudarme.
-Con gusto-Dijo firme
Manuel.
-No hay problema- Dijo
Esperanza.
Sin demora fueron en busca
de Sir. Rosadito, el gobernante del área Alegría.
En una golondrina fueron
volando hasta la tierra, todo se veía normal: Personas encerradas en sus
pequeños aparatos, perros vagando por las calles en busca de algo para
comer…Niños atrapados en las pantallas de un juego ficticio, nadie disfrutaba
de el gran tesoro que tienen: Naturaleza. Todo N-O-R-M-A-L. Nadie los veía,
pues es como si fueran invisibles, y se burlaban de la raza humana y su
estupidez y ciegues.
Por suerte Sir. Rosadito
estaba sólo atrapado en un bote de basura cerca de una pizzería, enseguida lo
sacaron y lo llevaron al trono del reino Alegría.El les agradeció y empezó a
hablar un poco:
-Es impresionante lo que he
visto aquí amigos! Es horrible! Las ‘’personas’’ Parecen zombies, van caminando
con pereza y no prestan atención a su rededor ¿Pero que no ven el regalo que el
amo les dio? Jajaja Mejor váyanse se perderán la cena, y tomen esta bolsa de
diversión y alegría, úsenla cuando quieran.
Esperanza y Manuel
regresaron y Manuel dijo:
-Bueno es hora de que te
despidas
-¿De ti? No me quiero ir! Te
quiero tanto, estos años han sido un verdadero infierno.
-No, de los de la tierra,
vendrás aquí y viviremos aquí por toda la eternidad, felices y juntos.
En ese preciso momento
Esperanza abrió los ojos y se dio cuenta de que sólo fue un sueño, pero
pareciera que estuvo años dentro de el. Comprendió que para ir a la felicidad
con Manuel tenía que dejar el infierno de la tierra, tomo lápiz y papel y su
mano empezó a escribir sin parar, cartas de despedida para todos sus hijos,
ella sabía ya que se tenía que ir, al terminar se sintió aliviada. Panchito
entro a la habitación y ella le dijo:- Me voy hijo mío, seré feliz como siempre
lo he querido con toda mi alma, te quiero, toma dale estas cartas a tu madre y
déjame sola-Le dio un beso en la frente
y el niño se marchó. Entonces Esperanza se recostó en su cama y cerró los ojos
para no volver a abrirlos nunca más, su
hija fue a la habitación pero fue demasiado
tarde, se fue volando a la gloria eterna en una…Golondrina. Esperanza no sufrió
más, solo, estaba feliz para toda la eternidad. Tour
por el Paraíso.
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Las mañanas de sábado huelen
a tamalitos de Doña Esperanza. Ansiosos y hambrientos sus clientes esperan su
pedido a cargo de Panchito el pequeño nieto de Doña Esperanza, que llega fugaz
a su destino con su fiel bicicleta azul.
Doña Esperanza es una
ancianita casi como cualquier otra, dulce, tranquila , trabajadora…Esta pobre
mujer, sólo ha tratado de complacer a los demás, desde niña siempre tuvo que
ayudar en casa, se casó a los 16 con un hombre 12 años mayor, maravilloso a su
vista, que murió por el tabaco, la doñita desconsolada , con 4 hijos y sin
nadie más empezó a trabajar. Hoy sus hermosos cabellos castaños se han teñido
de plata, su suave piel se ha ido haciendo como una pasita, su movilidad es más o menos
limitada, madre de 4 hijos, 3 ya han volado del nido y nunca visitan a mamá
Esperanza. A su lado sólo queda Catalina de 25 madre soltera de Panchito de 12
y Cecilia de escasos 3 años, viven todos
en una pequeña casita junto a una huerta de duraznos. La doñita me pidió que no
les revelará su edad amigos míos, dejémosle 58 aunque tiene muchos más.
La aventura de Esperanza
empezó una linda mañana de Marzo, la luna se había ocultado para vestirse de
sol, las aves revoloteaban, el cielo estaba lleno de promesas, la doñita decidió
salir a hacer sus compras , caminaba con decisión y seguridad.
Llegando al supermercado
llevó lo de siempre, saliendo había una adivina que le dijo:
-El tiempo se te agota.
Esperanza miró con asombro
su reloj y dijo:
-Es cierto ya tengo que
regresar a mi casa, mi hija ha de estar con hambre, pobrecita.-La adivina la
miró confundida y trato de explicar:
-P…Per…o
-Adiós, le dejo unos
centavitos pa’ un refresco.
Al llegar a casa como era de
costumbre su hija la insultó por su falta de rapidez.
-¡Mamá! ¿Crees que tengo tu
tiempo? Ósea, todavía que te cuido…No agradeces! ¡Enserio que no sirves para
nada! ¡Eres un estorbo!
-Pero hija, tenía que traer
tortillas para comer…
-Pero nada! Dame eso, voy a
hacer comida, ya que ALGUIEN no sirve más que para dar molestias.
Esperanza fue directo a su
recamará sin percatarse que ahí estaba Panchito y rompió en lágrimas. Panchito
al verla tan consternada trato de buscar su rostro entre sus cabellos y la miro
a los ojos diciendo:
-¿Qué pasa abuelita?
-Nada mijo, sólo, es
difícil.
Panchito le dio un beso en
la frente a su abuelita y se fue a jugar futbol con sus amigos.
La doñita se recostó en su
cama con sabanas color carmesí y miró al techo, después de unos cuantos minutos
cayó en un profundo sueño.
Se despertó debajo de un
árbol, miro a su rededor y vio que había algo similar a un bosque, pero los
arboles eran de colores alegres y muy vivos, había personas caminando y otras
bailando, otras reían sin parar, rodeada por pequeñas casitas de todos colores
y olores, cada una iba con la personalidad de su dueño, rosas y olor a fresa
para aquellas personas que sólo se dedican a derramar amor, pero todos estaban
felices, nadie estaba triste, todo era tan perfecto. Pensó Esperanza, poso sus
manos en su frente ya que estaba confundida, y vio claramente que su piel
estaba tersa y suave como cuando tenía tan sólo 17 años. Sus cabellos miel
volvieron y tenía una capacidad de moverse increíble, al verse con tono de
alegría dijo:
-Esto debe ser un sueño…-En
eso una voz masculina la interrumpió:
-No lo es, es real Esperanza.-Esperanza
reconoció la voz y en un santiamén volteo y vio que era su difunto esposo, pero
no lucía como ella lo recordaba en sus últimos meses de vida, en sus
quimioterapias antes de volar hacia un mejor lugar, no, en esta ocasión lucía
más bien como galán de telenovela, joven y apuesto. Llevaba puesta una armadura
de caballero, dorada como de oro y con algunas incrustaciones de diamantes, el
momento era simplemente perfecto, Esperanza se lanzó entre sus brazos y sin
palabras simplemente le dio un beso.Al terminar esta escena de amor su esposo
cuyo nombre es o fue Manuel le miro a los ojos y dijo:
-¡No perdamos más tiempo
mujer, vayamos a divertirnos!
-¿Pero…A dónde? ¿Por qué
estoy aquí?
-¡Tu sígueme mujer! Siempre
tan terca… ¿Verdad?
Manuel se dirigió con
decisión a un auto flotante que estaba estacionado detrás de unos arbustos e
hizo señas a Esperanza para que subiera a bordo. Encendió el motor y Esperanza
sorprendida empezó a hablar:
-¿Qué no habías muerto?
¿Cómo llegué aquí?
-Mujer…¡Hablas mucho y
disfrutas poco! No morí…¿Qué no me ves? Los ojos nunca engañan, llegaste aquí
porque estás soñando, pero no es cualquier sueño, ¡Todo tu lo que ves a tu
rededor es real! Es otro mundo, nadie sufre acá, todo es gratis, nadie necesita
comer, ni dormir solo imaginar. Tú puedes imaginar que estás en el mar y ¡Bam!
Inmediatamente te rediriges ahí. ¡Vamos I-M-A-G-I-N-A!
En el preciso momento ella
imagino lo que Manuel le había dicho y en un solo parpadear estaban ahí. Debajo
del mar, dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron pues
todo era tan azul…y alegre, las sirenas nadaban mientras que los tritones las cortejaban,
peces y otras creaturas marítimas bailaban al ritmo de la música que los
piratas producían con sus rústicos instrumentos. De entre la multitud nado una sirena hacía ellos y con una voz de
ensueño dijo:
-Genial, necesitábamos una
sirena más ¿Juegas con nosotras a las carreras?-La doña vio y respondió:
-Disculpe, yo no soy
sirena…-Mágicamente se transformó en una, no me pregunten porque ni como
solo…Paso.
Todos se formaron en la
línea de salida y al disparo de un caballito de mar…Todos nadaron, Esperanza
nado como nunca había nadado y para la sorpresa de muchos gano la carrera, le
otorgaron una linda corona hecha por un grupo de delfines artesanos (Artesanías
‘’Fondo de bikini’’) Se la coloco en la cabeza, era el centro de atención,
pero…Esta sólo fue una de sus muchas aventuras ese preciso día, ¿Les platiqué
aquella cuando se enfrentaron con bandidos del oeste? ¿O cuando tuvieron que
salvar la flor de loto mágica? En fin…Tuvieron un sinfín de aventuras, lo curioso
es que era como si no pasara el tiempo, ese mundo (o como quiera que se llame)
era perfecto, era tarde y el sol estaba a punto de marcharse de su turno para
abrir paso a la majestuosa luna, Esperanza y Manuel estaban sentados frente al
mar viendo la puesta de sol en eso un sujeto obeso y bigotón arribó de un
unicornio verde y de tanto cansancio tomo un poco de aire, no se hizo perder el
tiempo y se dirigió a los enamorados diciendo:
-¡Solicitamos su ayuda! ¡Han
secuestrado a Sir. Rosadito! Nos han contado
lo extrovertidos que suelen ser y vine a pedirles ayuda…Está atrapado en la
tierra, ese infierno! Oh dios! Tienen que ayudarme.
-Con gusto-Dijo firme
Manuel.
-No hay problema- Dijo
Esperanza.
Sin demora fueron en busca
de Sir. Rosadito, el gobernante del área Alegría.
En una golondrina fueron
volando hasta la tierra, todo se veía normal: Personas encerradas en sus
pequeños aparatos, perros vagando por las calles en busca de algo para
comer…Niños atrapados en las pantallas de un juego ficticio, nadie disfrutaba
de el gran tesoro que tienen: Naturaleza. Todo N-O-R-M-A-L. Nadie los veía,
pues es como si fueran invisibles, y se burlaban de la raza humana y su
estupidez y ciegues.
Por suerte Sir. Rosadito
estaba sólo atrapado en un bote de basura cerca de una pizzería, enseguida lo
sacaron y lo llevaron al trono del reino Alegría.El les agradeció y empezó a
hablar un poco:
-Es impresionante lo que he
visto aquí amigos! Es horrible! Las ‘’personas’’ Parecen zombies, van caminando
con pereza y no prestan atención a su rededor ¿Pero que no ven el regalo que el
amo les dio? Jajaja Mejor váyanse se perderán la cena, y tomen esta bolsa de
diversión y alegría, úsenla cuando quieran.
Esperanza y Manuel
regresaron y Manuel dijo:
-Bueno es hora de que te
despidas
-¿De ti? No me quiero ir! Te
quiero tanto, estos años han sido un verdadero infierno.
-No, de los de la tierra,
vendrás aquí y viviremos aquí por toda la eternidad, felices y juntos.
En ese preciso momento
Esperanza abrió los ojos y se dio cuenta de que sólo fue un sueño, pero
pareciera que estuvo años dentro de el. Comprendió que para ir a la felicidad
con Manuel tenía que dejar el infierno de la tierra, tomo lápiz y papel y su
mano empezó a escribir sin parar, cartas de despedida para todos sus hijos,
ella sabía ya que se tenía que ir, al terminar se sintió aliviada. Panchito
entro a la habitación y ella le dijo:- Me voy hijo mío, seré feliz como siempre
lo he querido con toda mi alma, te quiero, toma dale estas cartas a tu madre y
déjame sola-Le dio un beso en la frente
y el niño se marchó. Entonces Esperanza se recostó en su cama y cerró los ojos
para no volver a abrirlos nunca más, su
hija fue a la habitación pero fue demasiado
tarde, se fue volando a la gloria eterna en una…Golondrina. Esperanza no sufrió
más, solo, estaba feliz para toda la eternidad.
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